
En 1596, una hacienda que se llamaba “Los Nogales” brotó al suroeste de Monterrey, solo 2 meses después de la fundación de su famoso vecino. Durante el siglo XVIII, la hacienda reconocida con un nombre de santo fue elevada al estatus de villa. En 1882 tomó el nombre del gobernador de Nuevo León para honrarlo. Finalmente, en 1988, el alcalde cambió el nombre de la ciudad a lo que fue siglos antes y a lo que todavía es hoy: San Pedro Garza García.
Podemos decir que los frecuentes cambios de nombres del área de 69.4 km2 refleja el cambio en la tecnología, sociedad y nivel de modernización del suburbio. Desde cultivo de maíz, frijoles, trigo y otras cosechas, San Pedro Garza García se convirtió en el municipio más afluente de todo México. Se necesita solo mirar al horizonte para presenciar este cambio, donde las torres de CNCI y el Comercial America, las torres más altas de la zona metropolitana de Monterrey, rascan el cielo. Debajo su grandeza hay muchos otros ejemplos de avance de la tecnología como La Unidad, un puente de suspensión que en 2003 vinculó San Pedro con Monterrey atravesando el lecho del Río Santa Catarina. Si la Unidad es un símbolo de la tecnología, entonces Calzada del Valle, una zona de 3 bulevares cruzados, rellenos de bellísimo jardines y tiendas exclusivas, o el Paseo San Pedro, un centro comercial que además de su pared de colores cambiantes incluye un cinema, un hotel y una pista para patinar, son reflexiones de la extravagancia de los habitantes.
Aun con la reputación de afluencia, en San Pedro hay una zona de medios más modestos, conocida por sus ferias creativas lo cual promueven la artesanía del barrio. Este barrio se llama Tampiquito y tiene su propio símbolo lo cual lleva una parte importante en la integración del municipio – el león de Tampiquito.
San Pedro hace alarde de otros centros culturales como el Centro Cultural Alfa, un museo interactivo de ciencias, el primero de su tipo en México. Ubicado en una estructura en forma de columna inclinada y rodeado por jardines exuberantes, el Alfa ofrece a sus visitantes la vista de un planetario impresionante y el vitral de Rufino Tamayo. El parque Chipinque, un paraíso para los paseantes, ciclistas y excursionistas, también ofrece una vista impresionante al pie de la Sierra Madre. Además de los recursos naturales, el parque tiene un hotel con facilidades para convenciones de negocios.
Ya que hemos recorrido tantas opciones para visitar en San Pedro durante el día, podemos descansar en el área del Centrito, un lugar tradicional donde se puede tomar un café o una bebida con amigos, en un ambiente relajado. Allí podemos encontrar muchos restaurantes y antros para los que todavía quieren seguir en la noche con su exploración del municipio modelo de Nuevo León
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